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RAÚL PANIAGUA / Barcelona
Hace un par de semanas, el Barça femenino revalidó el título de Liga con un épico triunfo en San Mamés. Fue el segundo campeonato del bravo equipo dirigido por Xavi Llorens.
En algunas crónicas (pocas, porque el fútbol femenino sigue siendo
demasiado olvidado) se hacía referencia a la evolución de la sección,
«fundada en 1988», un dato sesgado que ignora las verdaderas raíces del
fútbol femenino azulgrana. Unos duros inicios que explican aquí Lolita Ortiz y Carme Nieto, pioneras de un equipo que salió adelante gracias a la ilusión y la humildad de sus jugadoras.
Todo empezó en 1970. Inmaculada Cabeceran, que era la novia del exjugador del Barça Pablo García Castany,
puso un anuncio en busca de chicas para jugar un partido. Un grupo de
muchachas de entre 18 y 24 años se dieron cita ilusionadas en hacer
realidad un sueño: jugar al fútbol. El diario 'Tele-Expres' --ya
desaparecido-- también echó una mano al publicar un titular que dejaba
clara la situación: «Once muchachas en busca de entrenador». En dos días
tenían a su disposición a dos estrellas: Antonio Ramallets y César.
El exportero se armó de paciencia y estuvo varios meses en el cargo.
«Era como un padre para nosotras». El exdelantero solo aguantó dos
entrenamientos.
Carme Nieto y Lolita Ortiz, pioneras del Barça femenino, en el campo de fútbol del Satalia. JORDI COTRINA