(FIFA.com) Jueves 6 de septiembre de 2012
En la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA de hace dos años hubo una jugadora que destacó por encima de las demás: Alexandra Popp. Alemania
no solo conquistó el título mundialista en casa, sino que pudo celebrar
además la consecución por parte de su futbolista estrella del Balón de
Oro de adidas a la mejor jugadora y de la Bota de Oro de adidas a la
máxima goleadora. La atacante germana marcó al menos un tanto en todos
los partidos de la cita mundialista y se convirtió en la máxima
goleadora de la historia de la competición junto con Sydney Leroux y
Christine Sinclair.
A sus 21 años, Popp se ha convertido ya en una de las principales
figuras de la selección alemana absoluta. Desde hace unas semanas, la
delantera, que en sus inicios jugó en el puesto de zaguera, defiende los
colores del VfL Wolfsburgo en la Bundesliga alemana. FIFA.com
dialogó con ella sobre la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA que
se está disputando en Japón, la selección germana y las repercusiones de
su gran actuación en Alemania 2010.
Señora Popp, hace dos años jugó usted la final de la Copa Mundial
Femenina Sub-20 de la FIFA y ahora son sus sucesoras las que se disponen
a disputar el partido por el título en Japón. ¿Ha podido usted seguir
el certamen?
Por desgracia, mis entrenamientos suelen coincidir con las horas de los
partidos, así que no he podido ver muchos. No obstante, sí que he visto
los resúmenes de FIFA.com y algún encuentro de Alemania en parte.
Alemania se enfrentará el sábado a Estados Unidos en un duelo de mucho prestigio. ¿Qué tipo de final espera?
Creo que no se repetirá lo de la fase de grupos y no habrá una victoria
abultada. Esta vez será mucho más emocionante. A lo largo del certamen, Estados Unidos
ha ido demostrando por qué partía como una de las favoritas, sobre todo
con la victoria sobre RDP de Corea. El combinado norteamericano ha ido
de menos a más y ahí lo tenemos, en la final.
¿Qué le diría usted a las jugadoras en el vestuario antes de la final?
Que la disfruten y que jueguen con alegría y pasión. Por supuesto,
también les diría que tengan un poco de concentración y que aprovechen
las ocasiones en la medida de lo posible.
Hablemos de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Alemania 2010™. ¿Cuáles son sus mejores recuerdos de aquel certamen?
Absolutamente todos, aunque es cierto que el partido inaugural, con el
estadio lleno, resultó muy especial. Estaba muy emocionada y con la
adrenalina al máximo. Lo mismo se podría decir de la final y de la
liberación de marcar el 1-0. Me acuerdo perfectamente. Sentí cómo el
equipo y yo nos quitábamos un gran peso de encima. Fue un verdadero
alivio. Al final logramos también el 2-0 y ahí ya se me puso la piel de
gallina. Por supuesto, otro momento especial llegó cuando alzamos el
trofeo de campeonas del mundo. Fue simplemente inolvidable.
Usted ganó además el Balón y la Bota de Oro de adidas...
Sin duda, ganar los dos premios fue todo un logro. No obstante, si el
equipo no hubiese funcionado tan bien no habría marcado diez goles y no
me habrían nombrado mejor jugadora del certamen. Sobre el césped éramos
una máquina bien engrasada y eso me benefició. Me tocó a mí, pero en el
equipo había más compañeras que podían haber sido elegidas.
¿Qué importancia tuvo aquel certamen en su carrera?
Aquel Mundial significó mi irrupción en el panorama internacional. Todo
ocurrió muy rápido y de forma repentina. Nunca había jugado un fútbol
como el que desplegamos en aquella cita mundialista. Me divertí y el
equipo funcionó a la perfección. La entrenadora me dio galones y eso
supuso un gran reto para mí. Aquel certamen me permitió ganar mucha
confianza y mi actitud cambió a partir de entonces. Además, el salto a
la absoluta llegó poco después, como si fuese una recompensa o un
premio. De alguna manera, aquel Mundial Sub-20 hizo que mi carrera
despegase.