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Christiane Endler pudo perfectamente haber sido una espigada modelo
(1,82), pero prefirió el fútbol y ser arquero. Aún se le recuerda como
una figura glamorosa de la Selección Chilena femenina Sub 20, que
disputó el Mundial en Chile en 2008.
Luego, en el alicaído fútbol femenino criollo, jugó en Everton y en
Colo Colo. Hasta que finalmente pensó en su futuro e hizo las maletas.
Hoy a los 22 años vive en Estados Unidos y juega por la University South
Florida.
-¿Qué es de tu vida hoy?
-Estoy estudiando Educación Física en la University of South Florida y jugando por la misma universidad que queda en Tampa.
-¿Cómo es el South Florida Bulls?
-No
es un club, es una universidad. La competencia aquí de las
universidades es muy grande. Todas las jugadoras primero juegan por una
universidad y después se van a un club. Donde estoy yo es enorme con una
infraestructura increíble. Además, tienes todo el apoyo con las clases y
tutorías si te cuesta algún ramo.
-¿Fue difícil tu incorporación?
-El ambiente es muy bueno. Mis compañeras son todas excelentes. Los entrenadores te ayudan en todo.
"Aquí es más competitivo"
-¿Cómo es el fútbol femenino allá?
-Es
bien diferente al chileno; es mucho más directo y competitivo. Todos
los partidos son muy parejos, no hay ningún equipo al que le ganes
fácilmente. Me ha servido mucho estar acá, porque participo más en los
partidos. Tengo siempre que atajar harto, no como en Chile, que estaba
en un equipo tan bueno que casi no me llegaban las delanteras rivales.
-¿Qué otras diferencias aprecias entre Chile y Estados Unidos?
-La
principal es la importancia que le dan acá al fútbol femenino, que es
uno de los deportes más populares. El apoyo de las universidades y la
federación es total. La selección femenina tiene partidos
internacionales casi todas las semanas y de alto nivel. Los medios acá
también le dan mucha importancia al fútbol femenino, casi más que al
masculino.
-Tu último club en Chile fue Colo Colo...
-Siempre he estado muy agradecida de Colo Colo.Hay un equipo de
entrenadores que mantenía al grupo de jugadoras muy unido. Había también
una relación muy buena afuera de la cancha. Son muy profesionales e
hicieron jugar de manera increíble a un equipo chileno para ganar la
Copa Libertadores.
-¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
-Mi
hermano me enseñó a jugar de chica, me ponía al arco y me tiraba
pelotas. Después practiqué casi todos los deportes, hasta que a los 10
años me inscribí en la rama de fútbol del Stadio Italiano. Ese fue el
primer lugar en el que estuve, después jugué por mi colegio y así me
llamaron a la selección y empecé a jugar por Unión Calera el 2008.
-¿Siempre te gustó ser arquera?
-Aprendí
a jugar como arquera, pero también me gustaba ser delantera hasta
cuando tenía 16 años. Fue Marcos Cornez quien me dijo que probara al
arco y ahí me quedé.
Recuerdos mundialistas
-¿Qué recuerdas del Mundial del 2008 y ser la capitán de Chile?
-Una
experiencia increíble que me encantaría volver a repetir. Chile tiene
muy buenas jugadoras y el trabajo que se está haciendo en este momento
en la selección con Ronny (Radonic) es muy bueno.
-¿Y de ese grupo de jugadoras?
-El
grupo era muy bueno, fue un proceso muy largo en el que compartíamos
todo el día. Fue duro, pero una experiencia muy positiva.
-Aunque los resultados no fueron los mejores...
-En
lo personal me enorgullece haber jugado por mi país. Siento la camiseta
y tengo un amor por Chile inigualable. Nunca renunciaría a la
oportunidad de defender a mi país.
-Otro recuerdo grande fue la Copa Libertadores...
-Tengo
la suerte de haber podido participar en cuatro copas Libertadores.
Haber salido campeonas (2012) fue algo justo para el trabajo que se hizo
en Colo Colo. Fue un premio al esfuerzo y para todo el fútbol femenino
chileno. -Igual te fuiste de Colo Colo...
-No me quedé
porque se me dio la oportunidad de jugar y estudiar en Estados Unidos,
uno de los países más competitivos en fútbol femenino. Tengo beca
completa para estudiar lo que yo quiera y poder seguir creciendo como
jugadora.
- Hoy Colo Colo no cuenta con jugadoras profesionales ni extranjeras por decisión dirigencial...
-Las
cosas iban muy bien en Colo Colo, un esfuerzo de años que estaba dando
sus frutos a nivel nacional e internacional. Es verdad que el club no
está pasando por un buen momento, pero con la mitad de lo que se le paga
a un jugador, se mantiene mensualmente todo el fútbol femenino. Así el
fútbol femenino nunca va a crecer en Chile, las jugadoras deben
estudiar, entrenar y trabajar para vivir.
-¿Piensas regresar a Chile?
-Me
encantaría, pero más adelante. Ahora estoy enfocada en seguir creciendo
como jugadora y llegar a jugar profesionalmente aquí en Estados Unidos.
-¿Qué piensa tu familia?
-Están orgullosos y siempre me lo hacen saber y me apoyan en todo.