Lo mejor de tocar fondo es que después las
cosas sólo pueden ir a mejor. Una de las demostraciones más claras de la
validez de esa máxima se obtiene comparando las caras de las
seleccionadas canadienses de hace un año con las de hoy.
Las mujeres de la Hoja de Arce
han alcanzado las semifinales del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino
por primera vez en la historia de la competición, y alimentan grandes
esperanzas de subirse a uno de los escalones del podio. Hace 12 meses,
en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, tuvieron que hacer las maletas
al cabo de la fase de grupos. Ahora están irreconocibles: aquella honda
decepción se ha transformado en pura alegría e inmensa energía.
La nueva cara de Canadá
La dorsal número 13 es el prototipo de las nuevas cualidades de su selección. Con su afán de victoria y su garra, la volante rubia no ha cesado de moverse dentro de su zona de actuación, ha recuperado un sinfín de balones y ha emprendido la mayoría de las innumerables jugadas de ataque de su equipo. No obstante, ella sabe perfectamente que sólo es uno de los 11 engranajes de la máquina que el seleccionador John Herdman ha sabido interconectar a la perfección.
La dorsal número 13 es el prototipo de las nuevas cualidades de su selección. Con su afán de victoria y su garra, la volante rubia no ha cesado de moverse dentro de su zona de actuación, ha recuperado un sinfín de balones y ha emprendido la mayoría de las innumerables jugadas de ataque de su equipo. No obstante, ella sabe perfectamente que sólo es uno de los 11 engranajes de la máquina que el seleccionador John Herdman ha sabido interconectar a la perfección.
"Las
jugadoras siguen siendo las mismas de hace un año. Pero John y su
cuerpo técnico han perfeccionado nuestro despliegue táctico. Nos
sentimos mejor preparadas que nunca", advierte Schmidt. "Antes cundía el
pánico entre nosotras en las situaciones difíciles, pero ahora sabemos
exactamente lo que tenemos que hacer sobre el césped. Como equipo nos
hemos consolidado mucho", asegura.
Pero ésa
no es ni mucho menos la única mejora. "¡Tenemos confianza! Ahora
jugamos contra los mejores equipos del mundo y los dominamos en parte.
Eso es porque tenemos un entrenador que sabe transmitirnos la fe que
pone en nosotras. Estamos atravesando una racha apasionante", agrega
Schmidt en referencia a Herdman, que tomó las riendas del combinado
canadiense el pasado septiembre.
Su técnico
no escatima palabras de elogio para su pupila. “Sophie es una de esas
futbolista que te encanta ver jugar. Siempre te ofrece una actuación
honesta en cada partido. Ha jugado en varias posiciones para Canadá
y eso la ha convertido en una jugadora muy completa. Es una gran
potencia para nosotros en el centro del campo. En este torneo ha sido
muy sólida y constante en su juego. Parece que siempre encuentra el pase
adecuado en el momento justo”, comenta Herdman para FIFA.com.
A por todas contra Estados Unidos
El equipo tiene en sus filas a las dos máximas goleadoras del certamen, Christine Sinclair y Melissa Tancredi, autoras entrambas de siete tantos en Londres 2012, y está bien pertrechado para su mayor desafío. El lunes le aguarda en Manchester el defensor del título, y Schmidt sabe a qué atenerse: "Estados Unidos saldrá a por todas. Siempre lo hace en nuestros encuentros. Siempre despliega su mejor juego contra nosotras. Por si fuera poco, cuenta con algunas de las jugadoras más rápidas del mundo. Y también con algunas de las más expertas. Tenemos que estar preparadas para eso".
El equipo tiene en sus filas a las dos máximas goleadoras del certamen, Christine Sinclair y Melissa Tancredi, autoras entrambas de siete tantos en Londres 2012, y está bien pertrechado para su mayor desafío. El lunes le aguarda en Manchester el defensor del título, y Schmidt sabe a qué atenerse: "Estados Unidos saldrá a por todas. Siempre lo hace en nuestros encuentros. Siempre despliega su mejor juego contra nosotras. Por si fuera poco, cuenta con algunas de las jugadoras más rápidas del mundo. Y también con algunas de las más expertas. Tenemos que estar preparadas para eso".
Pero
Schmidt, que habla fluidamente el idioma de sus antepasados alemanes y
cuyo principal objetivo es jugar en un club germano, no tiene miedo de
las figuras que componen el elenco del país vecino. "Encontraremos la
manera de plantarles cara. Seguiremos poniendo en práctica lo que nos ha
funcionado tan bien en nuestros dos últimos partidos. Trataremos de
imponer nuestro juego contra ellas", planea.
Nuestra
interlocutora habla con pleno convencimiento: "Sería fantástico
vencerlas. Creo que, ahora más que nunca, ha llegado nuestro momento. No
podríamos estar mejor". Schmidt es conscientes de que un triunfo sobre
el actual líder de la Clasificación Mundial Femenina de la FIFA sería
muy importante también en otro sentido.
"Nuestros
seguidores, naturalmente, quieren que triunfemos. Como es lógico y
entendible, se llevaron un gran chasco tras el último Mundial. Eso está
cambiando. Es maravilloso ver cómo nos apoyan y se entusiasman con
nosotras. Cuanto más éxito tengamos aquí, mayor será su apoyo y su
entusiasmo dentro de tres años", prevé. Será entonces cuando se celebre
la Copa Mundial Femenina de la FIFA en Canadá. Seguro que con una medalla colgada al cuello, Schmidt y compañía contemplarían el futuro aún más eufóricas.