La pasión por el deporte llevó a un puñado de
mujeres a salir de las canchas de fútsal para organizar, junto con un
grupo de dirigentes cruceños, un torneo interdepartamental en 1993. A
partir de entonces, el fútbol femenino pasó a ser una práctica
semiprofesional en Bolivia. Sin embargo, sólo Santa Cruz consiguió
desarrollarse, mientras en La Paz hay ausencia de campeonatos, a nivel
de asociación, desde 2005.
“Hace cinco años mis
muchachas estaban entrenando aquí, pero entrenar y entrenar sin tener un
campeonato desmotiva, entonces prefieren irse a jugar a las villas”,
dice Isaac Mollinedo, director de la Asociación del Balompié Boliviano
(ABB), que salió campeón con la selección femenina paceña hace diez
años.
Sólo entre 2003 y 2005 se llevaron a cabo
campeonatos femeninos organizados por la Asociación de Fútbol de La Paz
(AFLP). Algunas de aquellas muchachas que participaron en la competencia
hoy juegan sólo en sus barrios y ligas zonales.
Para Mollinedo —que además es director técnico—, Santa Cruz es el
departamento que otorga más atención a la práctica de las damas, gracias
al trabajo de su asociación y al impulso económico brindado por
entidades privadas.
“La empresa privada ayuda mucho
en el oriente. En La Paz debería realizarse un campeonato atractivo
llamando a las firmas para que den premios que incentiven a las chicas,
pero si hacemos un torneo sólo porque se tiene que hacer entonces los
dirigentes improvisan”.