Menu

PUBLICIDAD

miércoles, 23 de abril de 2014

Heroína del Mundial sub 17 necesita un lugar digno donde vivir

Crédito : Erik Vázquez
Yulianny Goyo, una heroína del mundial sub 17 necesita un lugar digno donde vivir


Miguel Valladares | LAPRENSALARA.COM.VE A falta de 4 minutos para terminar los 90’ de la semifinal del mundial sub 17, la barquisimetana Yulianny Goyo se paró en la línea esperando ingresar como último cambio. Fueron pocos pero intensos, a tal punto que le tocó vivir el momento amargo de cobrar y fallar el penal que decretó el fin del sueño vinotinto. Allí con las italianas celebrando a un lado tuvo que secar sus lágrimas, levantar cabeza y comenzar a pensar en cómo ayudar a resolver el drama que la esperaba en su familia. “Necesitamos un lugar donde vivir”.
Con casi 17 años cumplidos Yulianny pudo codearse con niñas del primer mundo, como las japonesas, pero su cotidianidad transcurre en un rancho en la Ruezga Sur que habita junto a su madre, Sonia, sus hermanas Marianny, Estephanie y Elianny, además de 4 sobrinos; dos de ellos gemelos,el espacio es pequeño, las paredes y el techo son de zinc, allí tuvieron que invadir para evitar la intemperie.
“Venir de un mundial y haber logrado un cuarto lugar es maravilloso, ojalá sirva para ayudar al desarrollo del fútbol femenino en Lara y para ayudar a mi familia,necesitamos una casa donde vivir, no tenemos ayuda de nadie, mi madre está desempleada y requiere de un trabajo”.
Yulianny es una chama de pocas palabras, mirada profunda y baja estatura. Ahora es una especie de celebridad, no se niega a una fotografía en las que sonríe mostrando un piercing en la parte baja del labio. En el fútbol comenzó sola haciéndole uno que otro gol a los niños de su barrio, luego jugando con chamas se destapó como delantera goleadora.
“Yo era la única niña en el grupo y jugaba como delantera. Nunca tuve algún tipo de ventaja por eso porque los mismos chamos pedían que me marcaran duro, llevé muchísimos golpes. Luego a los 9 años fui a la Máximo Viloria y allí entrené junto a Rosalbo Álvarez con jovencitas”.
Su mamá la acompaña a donde va, observa cómo su hija es el centro de atención y a su vez es el ejemplo en un hogar donde una de sus nietas le repite que quiere jugar fútbol como su tía Yulianny.
“Cuando ella comenzó con eso de jugar fútbol yo no quería porque creía que era para varones pero era tan inquieta que tuve que dejarla que hiciera lo que le gustaba, además era buena. Verla por televisión fue un gran orgullo, quisiera que fuese a uno de mayores pero mi sueño es que se gradúe y salga adelante. Nosotros vivimos en un rancho en muy mal estado que cuando llueve se moja”.
Mientras espera culminar el quinto año de bachillerato en el liceo José Siso Martínez, Yulianny espera una oportunidad para estudiar educación física, también seguirá jugando la primera división con el Máximo Viloria y, ya sea en sub 20 o en la absoluta, vestirse nuevamente de vinotinto. Seguro su padre, quien falleció cuando ella aún estaba en el vientre de su madre, estará feliz de verla surgir y echar adelante su hogar.